Caminando de nuevo
Ya Caminare al ritmo de mi gozo, de nuevo
por esas tierras junto al mar, que en el corazón
llevo. Desde que por vez primera las contemple,
quede atrapado, con su profunda magia inefable.
Invitándome a levantarle esa falda florida,
donde esconde sus más queridos misterios
y maravillas; voy a revivir de nuevo aquel día
y no otro. Gozando voy ya, en ese placer de vivir
que me fustiga, me persigue en el alma.
Con esa su dualidad, que me apura con sus ansias.
Caminando Voy a revivir con música aquel dia,
que ya me espera con su amor de mujer y dama.
Bajo ese sol mi corazón facil se alivia.
El miedo no existe. Mucho menos amenaza
este anhelo, que alimenta mis ganas de vivir, desmesuradamente.
Caminando por la selva aprendí, con machete
en mano todo se facilita, hasta las alimañas escapan. Ya volvere a sentir y contemplar
ese verdor que amo, como las frondosas caderas de una bailarina rutilante muy gitana.
Así fue. Caminando por senderos del sureste mexicano, me encontre ese ser
vestido con piel de jaguar, que gritandome dijo: Recuerda, eres un viajero; que la vida
es ese mágico viaje, donde cual shaman podrás descubrir verdades ocultas, para quien dormido no esta. Qué estas de paso en el mundo
de la ilusion de la carne y sangre;
que lo permanente esta en tú fuego interior, viene de la eternidad del instante,
e intentaras atraparlo para deberas gozar.
Sentirte satisfecho, con lo que verás y alcanzarás
Asi, caminando hacia la playa y su mar voy, ho hoooo… , tengo ansias de volverla a contemplar. Aqui voy paso a pasito caminando, ho hoooo
Deseo tanto volver a ver gaviotas volar al atardecer
y sentir la curandera arena en mis pies.
Ya quiero ver esas mujeres danzando bajo el sol,
que sabe tanto acariciarles su piel.
Ya quiero volver a caminar, bajo esa tibia llluvia,
en torrentes recorriendo mi ropaje de carne y huesos; dejandome en estado gracia, provocandome a sentir eso que llamamos amor.
Vuela mi pensamiento. Porqué no estas Tú,
para sentir esa verdadera plenitud, esa plenutud..
Caminando estoy llegando a esas blancas arenas, cusotodiadas por brillantes palmeras, que su danzar bendigo, acompañando esa voz susurrante del viento que huele a ron caribeño.
Y ya no tengo prisa alguna por regresar a la trizte
urbe gris, donde domina con egoismo castrante aquella melancolía….
Playa del Carmen, Quintana Roo, México, en ese día deslumbrante que recuerdo, revivo ahora…
Por #AdolfoCarrilloAguirre