Migrantes se quedan sin opciones: ciudades santuario son el blanco de la policía de Trump

Las ciudades “santuario” de Estados Unidos, que protegen a sus inmigrantes indocumentados, están de manos atadas frente a las crecientes redadas de la policía migratoria federal, a veces incluso en juzgados.

Más de 400 indocumentados fueron detenidos en las últimas tres semanas en California, un estado que se proclamó “santuario” y que como decenas de ciudades del país, incluida la gigantesca Nueva York, se niega a arrestar y a contribuir a la deportación de inmigrantes sin papeles.

Pero la policía migratoria ICE puede de todos modos detener a los indocumentados, e informó el viernes que en una operación esta semana en el norte del estado, por el área de San Francisco y su vecina Oakland, arrestó a 232 extranjeros, la mayoría con antecedentes penales.

La mayor parte de los detenidos son de México, informó Danielle Bennett, portavoz de ICE. También hay ciudadanos de Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras, entre otros países.

Estos 232 se suman a los 212 detenidos hace dos semanas en Los Ángeles, donde además fueron fiscalizadas empresas para confirmar que no tenían empleados sin papeles.

Serpientes traicioneras

El presidente Donald Trump, que comparó recientemente a los inmigrantes con serpientes traicioneras, cortó fondos federales para la policías de las ciudades “santuario”, ha dado más poder a ICE y tramita en el Congreso los fondos para construir un muro en la frontera con México.

Furioso con la falta de apoyo de California para detener inmigrantes, Trump amenazó recientemente con remover a ICE del estado más rico y poblado del país para enseñarle una lección.

“En dos meses estarán pidiendo por favor que volvamos, estarán implorando”, zanjó la semana pasada.

El foco de las redadas son indocumentados con prontuario, aunque eso no impide que quienes no tengan un registro criminal sean arrestados.

En las redadas de Los Ángeles, 88% de los detenidos tenían condenas previas por delitos menores o más serios como abuso sexual infantil o porte ilegal de armas, según el jefe adjunto de ICE Thomas Homan.

Algunos tenían órdenes de deportación o ya habían sido expulsados y regresaron al país.

ICE precisó que tenían en la mira a más de 800 indocumentados, pero un día antes de la redada, la alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, advirtió de la operación, lo que, según Homan, “alertó a delincuentes extranjeros”, que eludieron a las autoridades.

Schaaf escribió en Twitter que su aviso “tenía el objetivo de dar a los residentes tiempo para enterarse de sus derechos y opciones legales”.

“Creemos que nuestra comunidad está más segura cuando familias permanecen juntas”, agregó.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, criticó el accionar de la edil.

“Creo que es escandaloso que un alcalde esté eludiendo a las autoridades federales e incluso las ponga en peligro”, dijo Huckabee el jueves. “Es algo que está siendo revisado actualmente por el Departamento de Justicia”.

“Preparada para lo peor”

En los últimos meses, ICE comenzó a arrestar a indocumentados en tribunales, algo inédito. Tras una lluvia de críticas -muchos temen que ahora los inmigrantes se nieguen a ser testigos en juicios criminales o no denuncien crímenes ante la justicia-, el gobierno federal publicó hace un mes una directiva que habilita a ICE a hacer estos arrestos.

Hasta ahora las cortes -al igual que las escuelas, los hospitales o los lugares de culto- eran consideradas como santuarios para no desanimar a testigos en procesos criminales.

Según el Immigrant Defense Project, con sede en Nueva York, en esta ciudad con medio millón de inmigrantes sin papeles los arrestos en tribunales aumentaron 900% desde 2016, de 11 a 110.

Pese a que ICE pidió a la policía de Nueva York el arresto de 1.526 personas, ésta no realizó ninguno. La ciudad solo cumple con órdenes de arresto si el indocumentado ha cometido al menos uno de 170 delitos tipificados como graves.

Sin embargo ICE más que triplicó sus detenciones de indocumentados en la ciudad a un total de 2.976 en un año, desde que asumió Trump. Un tercio de los detenidos no tenía antecedentes penales.

“La comunidad tiene que estar preparada para lo peor”, dijo Luz Gallegos, del centro TODEC de Los Ángeles, que brinda asistencia legal a los indocumentados. “En estos tiempos tan inestables la comunidad necesita saber sus derechos y sus obligaciones (…), tiene que estar preparada para defenderse”.

Los arrestos de indocumentados en todo el país subieron un 42% en el primer año de gobierno de Trump, según ICE.

AFP

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